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LAS ARENGAS DE ISIDREZ

Luchar contra el corazón.

Son muchas las veces que intentas pensar con la cabeza y no dejarte llevar por los sentimientos, incluso, en algunos casos, te engañas a ti mismo y haces creer que ya no existen, que han desaparecido, que todo vuelve a la normalidad. Son muchas las veces que el más nimio de los detalles te traen recuerdos y han reflorecer sentimientos. Basta una simple mirada o una palabra para que el corazón vuelta a hablar con fuerza y vuelva a tomar el control sobre todos tus actos.

Es difícil no luchar, no querer romper ese muro que nos separa, aunque a veces pierdas la fe y la esperanza, siempre hay algo que hace que la recuperes y que vuelvas a luchar con más fuerza, creyendo que los dioses al final cumplirán tu deseo y te darán la tan ansiada felicidad que proporciona el amor correspondido.

Está noche me volví a despertar, abrazado a la almohada pensando en ti, echándote de menos, necesitándote a mi lado, sintiendo esos besos que se evaporaron al abrir los ojos. Desperté volviendo a sentir que me querías y que tal vez, algún día tuviera esa oportunidad que siempre me fue negada.

Ayer volví a sentir el corazón saliéndose de mi pecho con unos latidos salvajes y volví a buscarte sin encontrarte. Desde ayer solo puedo pensar en volver a escuchar tu voz, en volver a verte, en tenerte de nuevo a mi lado. ¿Desde ayer? No, eso no es cierto, porque nunca he dejado de pensar en ti, de soñar contigo, de desear tenerte a mi lado. Ayer, simplemente, se volvió a reforzar el deseo y volví a tener fe en ti y en mí. Ayer, con más fuerza, volví a creer en mi porque, más que nunca volví a creer en ti.

Como siempre ocurre, la situación no es fácil, me dices lo que sientes, me dices lo que deseas, pero mi corazón puede más que mi cabeza y no puedo hacerlo. Debería, tal vez debería hacer lo que me pides, pero, el corazón es un animal salvaje, incontrolable y el mío está desatado y tomado totalmente el control sobre mí. Quiero estar contigo, que estés junto a mí. Quiero mirarte y quiero que me mires. Quiero tocarte y quiero que me toques. Quiero besarte y quiero que me beses.

Es tan fuerte tu hechizo que no puedo luchar contra él y tampoco estoy seguro de querer hacerlo. Ahora, solo me queda lo de siempre, esperar, luchar, esperar, luchar… y estar siempre a tu lado, en lo bueno y en lo malo, a pesar de a veces sea difícil estar físicamente juntos, pero mi espíritu, siempre estará a tu lado y yo, seguiré haciendo por ti, todas esas locuras que hacen los enamorados, porque el amor, sin duda es la mayor de las locuras, pero, también, es la más hermosa. Y, pase lo que pase, yo no pienso volver a luchar contra el corazón, porque, aunque ganara, realmente habría perdido.

Salud!!!
Isidrez

isidrez@isidrez.com

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