Criaturas de la noche

Ya ha anochecido y puedo volver a levantarme. Antaño eran los aullidos los que me avisaban de la puesta de sol, y ahora es un maldito despertador quien lo hace. Hecho de menos los cánticos de los hijos de la noche que el viendo llevaba a todos los rincones. Me faltan aquellas reuniones a la luz de las hogueras en medio del bosque más frondoso al que acudían los espíritus para unirse en una mística y lujuriosa orgía.

Recuerdo aquellos tiempos en los que los mayores temores que tenían los humanos eran que la Santa Compaña se cruzara en su camino, que un Hombre Lobo les atacara en medio del monte o qué un no-muerto se colara por la ventana para chuparle la sangre y llevarlo a la eterna muerte en vida.

Ahora, vosotros, humanos, dejasteis de temernos, dejasteis de creer en nosotros y gracias a ello volvemos a campar a nuestras anchas por el plano terrenal. Nos colamos en vuestras casas sin que os deis cuenta, os miramos mientras dormís, os cambiamos las cosas de sitio e incluso en algunos casos, os llevamos al mayor de los orgasmos haciéndoos creer que todo fue fruto del subconsciente. Ahora que os creéis modernos y avanzados, buscáis absurdas explicaciones científicas a algo provocado por nuestras acciones.

Gracias por darnos esa invisibilidad tan necesaria para nuestra subsistencia, para seguiros controlando. Aunque no os olvidéis de una cosa, nosotros somos inocentes de aquello de lo que nos culpáis, de esos desastres, sólo tenéis vosotros la culpa. El resto es cosa nuestra.

Y una última advertencia, nosotros os traemos la depravación, la amoralidad, la libertad del superhombre, pero tened cuidado con vosotros mismos, porque sois lo que realmente traéis la muerte, el dolor y la destrucción.

Salud!!!
Isidrez