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LAS ARENGAS DE ISIDREZ

¡OH CAPITÁN, MI CAPITÁN!

 

Está loco, está como una cabra, decían los alumnos del Sr. Keating cuando entraba en la clase silbando y los sacaba de su aula para recitarle los versos de poema de Walt Whitman y les enseñaba el significado de “Carpe Diem” a través de la frase “Atrapad las rosas mientras podáis” (creo recordar que era así). Carpe Diem, aprovechad el momento, chicos, haced que vuestra vida se extraordinaria.

 

Lo que a los estirados alumnos de la escuela Welton, les faltaba, sigue faltando hoy en día. La ilusión de los objetivos, la independencia racional, el cumplimiento de los sueños. Ya en el ’77 la jóvenes punks ingleses se rebelaban a bajo el lema de “No hay futuro”. Jóvenes vencidos que no esperaban nada de la vida en una Inglaterra gris y falta de ideas.  La falta de entendimiento de cosas tan básicas como la poesía tanto por la estúpida fórmula de J. Evans Pritchard para calcular su grandeza, como por la ignorancia  provocada por la ceguera del orgullo y del “no hay futuro”.

 

Citando a Keating: “La poesía, el romanticismo, la belleza o el amor, son cosas que nos mantienen vivos...” El arte, los sentimientos, saber transmitirlos de manera que alguien los sienta, es una de las tareas más duras que existes, pero que al mismo tiempo permite entender la vida, sacar lo mejor que tiene.

 

¿Has cumplido tus sueños de juventud/niñez? ¿Haces lo que realmente quieres? ¿Vives la vida o la vida te vive a ti? Pasa el tiempo y olvidamos todo aquello que nos hacía feliz porque pensamos que la vida es otra cosa, la vida tiene que ser seria, hay que ganar dinero y ser un hombre respetable según las normas de la sociedad alienante. ¿Merece la pena? Quizás mañana estés muerto y si echas la vista atrás te das cuenta de como has desperdiciando unos momentos hermosos que jamás volverás a recuperar. Extraed todo el meollo a la vida, recuperad vuestros sueños, haced sentir al mundo. Solo así sabréis que realmente estáis viviendo.

 

Dicen que pretendo o miento
En cuanto escribo. No hay tal cosa.
Simplemente
Siento imaginando.
No uso las cuerdas del corazón.

Todo cuanto sueño o pierdo,
Que pronto cae o muere en mí,
Es como una terraza que mira
Hacia otra cosa más allá.
Esa cosa me arrastra.

Y así escribo en medio
De las cosas no junto a mis pies,
Libre de mi propia confusión,
preocupado por cuanto no es.
Sentir? Dejemos al lector sentir!

(Fernado Pessoa)

 

 

 

Salud!!!

Isidrez

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