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LAS ARENGAS DE ISIDREZ

De vuelta

A veces me pregunto si es bueno irse de vacaciones. Lo cierto es que si cerré por cansancio, o lo que es lo mismo, por irme de vacaciones, ahora que he vuelto, me encuentro más cansado que cuando me marché. No se si es por los años, que no pasan en balde o por la famosa depresión post vacacional o que el periodo estival no fue como yo esperaba. Y es que, si hay una cosa que he aprendido es que lo importante no es donde estés ni lo que hagas, si no con quien estés y con quien lo hagas.

El caso es que volví otra vez a la vorágine de la capital, incluso antes de que terminara mi periodo vacacional justamente por esa razón, porque era incapaz de pasar más tiempo lejos de la persona que amaba, aunque luego las cosas no siempre salen como lo tienes planeadas. Será por eso por lo que ya he dejado de planificar el futuro. Lo que tenga que ser, será.

Hoy es el segundo día de curro, menos mal que ya es viernes y la semana que viene solo tiene cuatro días, pero no me gusta nada volver a tener que madrugar. Además, de eso ha habido cambios, que no me han gustado mucho. Me han cerrado el bar del que era habitual, con lo que ya no se donde ir a tomar las cañas vespertinas ni los vermuses de los domingos. Además de ello no me han admitido ni en el taller de cine, ni en el de escritura creativa, ni en el de fotografía, con lo cual no se puede decir que se haya empezado con buen pie. A ver si todo mejora con el tiempo, porque si no, creo que lo llevo jodido.

Al menos me queda esta pequeña ventana para comunicarme y quejarme un poquillo, que algo siempre vale. Mientras tanto y hasta que las cosas mejoren un poquillo, seguiré, dentro mi melancolía, dejando que pase el tiempo, soñando con mi princesa y pensando en ella mientras estoy despierto, que, al fin y al cabo, solo es ella quien es capaz de hacerme feliz, la única capaz de hacerme sonreír. No todo iba a ser malo ¿no?

Así que, un último pensamiento, en positivo, claro que muchas negatividades ya he pensado a diario: “La mayoría de las veces solo somos capaces de reconocer al amor de nuestra vida cuando lo hemos perdido”. Si os sorprende que acabe con esta frase, no le deis vueltas al por qué, si no al como evitarlo, que la vida es corta, el corazón un animal salvaje y el amor un sentimiento irracional. Y es que, la vida, raras veces da una segunda oportunidad.

Salud!!!
Isidrez

isidrez@isidrez.com

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