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LAS ARENGAS DE ISIDREZ

Singing the blues

En las aciagas calles de New Orleans, ha tiempo sonaban melodías de blues. Las voces de John Lee Hooker, Muddy Waters, Robert Johnson, Elmore James, Clifton Chenier y otros tantos, conocidos o anónimos entonaban sus melodías acompañados de una guitarra y una harmónica. El Mississipi, pasaba ladeando los diques, dejando vivir en paz a los que una vez fueron esclavos y ahora, solamente son pobres, pero felices gracias a una pentatónica.

Jack Griffin sobrevivió a la crecida del todopoderoso Mississipi, años atrás, pero miles de vidas quedaron por el camino de las aguas. ¿Tendría algo que ver el pacto con el diablo que Johnson hiciera a cambio de poder tocar blues? ¿Sería aquella fruto de una promesa incumplida? El caso es que el río por el que Tom y Huck navegaron a lomos de una balsa de troncos en busca de la libertad, no fue precisamente amigo.

Otra vez New Orleans vuelve a sumida bajo las aguas, dejando a su paso miles de cadáveres, una nueva letra que los bluesmen cantarán, porque el blues, es la poesía de la tristeza, la poesía del dolor salida de una garganta desgarrada por el güisqui malo, por el triple XXX. Si el agua no acaba con tu vida, el güisqui lo hará. Pero mientras, el blues sigue saliendo del alma a través de rabiosas gargantas. Un blues, no hecho para sentirte mejor de la desgracia, si no para que los demás puedan también sentir tu dolor y conseguir así una mística hermandad de sufrimiento.

“I waked up this morning
And I felt de blues again.
I waked up this morning
And I felt de blues again.
The night is coming over me
And I feel de blues again.”


Desde luego, de la mañana a la noche, día tras día sonará un blues, porque el blues es como la vida misma y cuando deje de sonar, será porque estemos todos muertos. Todo volverá a la normalidad, las calles de New Orleans volverán a recuperar su cantinela y se volverán a ver sombreros y corbatas de lazo. Un “slide” recorrerá las cuerdas metálicas de una vieja guitarra y una voz ronca volverá a entonar melodías, quizás emigren todos de nuevo a Chicago, pero entonces, el Mississipi, volverá a recordar que el blues, está New Orleáns.

Salud!!!
Isidrez

isidrez@isidrez.com

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