Clases de Rock and Roll//All you need is Money

Se acercan las Navidades, esa época religioso-capitalista-consumista que coincide con el fin de año y las vacaciones de invierno. A parte de los anuncios de juguetes y turrones por doquier, hay algo que nunca falta: El disco de las navidades. Todos los años, nos bombardean con recopilaciones ultracomerciales, a la par que infumables, de canciones de aquellos grupos cuya discográfica ha pagado una millonada a las radios para que sean número 1 y nos martiricen los tímpanos repitiendo una y otra vez con la misma pseudomelodía clonada de la anterior. Triunfitos, reguetones, villancicos en todas sus variantes, Raphael y su tamborilero (coño, Rapha, a ver si sacas algo nuevo, aunque sea el campana sobre campana), los pitufos makineros, en fin los muy muy y lo más más y lo tope de lo tope, coleguitas (sic.). Incluso tenemos nuevo disco de Alejandro Magno, perdón que ahora se llama Alejandro Sanz, que nos bombardea en cualquier canal televisivo.

Hace años que da la sensación que se ha acabado la imaginación y la creatividad, que no hay nada nuevo, que solo se venden recopilaciones con lo mejor de los 60, lo mejor de los 70, los mejor de los 80, las mejores muñeiras discotequeras… En el centro de Madrid volverán a torturarnos con el odioso soniquete de: “Cortilandia, cortilandia, vamos todos a cantar…” (y es que ni los del Corte Inglés se renueva, si no que se lo pregunten a los sufridos vendedores de la Casa del Libro), tipos vestidos de Santa Claus (que originalmente iba de verde y se vistió de rojo por la Coca Cola), Reyes Magos, estrellitas, angelitos, bueyes, mulas, san José, la Virgen y todo el cristo que se monta y no precisamente en Belén. Seguramente, volveremos a escuchar a Boney-M cantar “Feliz Navidad”. Otra vez más de lo mismo.

Cuando pensaba que ya nada podría ir a peor, no se me ocurre otra cosa que leer el periódico esta mañana y me encuentro la siguiente noticia: Los Beatles publican nuevo disco, “Love”. Está visto que ni después de muerto el tito Lennon deja de ser una fábrica de pasta. Es acojonante ver como últimamente, todas las navidades, The Beatles sacan disco nuevo y vuelven a ser número 1. A veces, incluso lo comparten con Elvis. Más de lo mismo una y otra vez.

¿Es qué no hay nada nuevo? ¿Es que los cerebros están agotados? No, más bien que la industria discográfica potente, sigue apostando por lo seguro, por lo que siempre ha dado beneficio, relegando a nuevas bandas a la desaparición, al ostracismo más brutal. Relegan la historia de la música a cuatro canciones y crean una generación de incultos musicales que hacen a Tamara número 1 con su “No cambié”, que piensan que “Lola” es original de M-Clan y no una versión de los Kinks, de la que, por cierto, Sade (le grupo español) hizo en 1984 una antológica versión que le da mil vueltas a esta. Olvidan que por Cataluña hubo un tal Leslie, que al frente de su grupo, Los Sirex, paseó el rock por toda la península, llegando a telonear a The Beatles. Se olvida que hubo gente como Larsen, Desechables, Glutamato Ye-Ye, Los Ángeles, The Buzzcoks, The Revillos, The Undertones, Sham 69, The Sweet, Goma 2, Derribos Árias (Viva Poch!!!), Sindicato Malone, Los Cafres, Paralelos, Polansky y el Ardor, Saxon, Moris, Topo, Los Salvajes, Carl Perkins, Muddy Waters, Robert Jonson, Azul y Negro, Parálisis Permanente, Buddy Holly, Eddie Cochram, Janis Joplin…

Podría seguir nombrando gente de ayer y hoy hasta caer exhausto y aún así se me quedarían nombres en el tintero. Podría cantaros canciones de cada uno de ellos que atribuiríais a algún artista comercial pensando que es el autor original. Muchos son los llamados, pero pocos los elegidos en el “Greatest Rock’n’Roll Swindle”. Pocos reconocen de donde vienen, como es el caso de Siniestro Total, que ha educado en la historia del rock a más de una generación o el Spaghetti Incident?, de Guns and Roses, recorrido por la historia del punk y que decía en el inlay del disco: “Si te ha gustado, escucha a los originales, te gustarán más”.

Al final todo se reduce a lo mismo: Dinero, beneficios. Ya lo decía Barrett Strong: “Money (That’s what I want)”. Así, que, siendo tan sinceros como lo fue la última gira de los Sex Pistols, el nuevo disco de The Beatles, no debería llamarse “Love”, si no “Money”. Por cierto, ¿sabíais que The Beatles también versionearon el famoso tema de Barrett Strong? Ya sabéis, amiguitos: “All you need is Love Money”.

Salud!!!

ISIDREZ